Se acaba el mes de Abril. El mes de Gaby. A una le pude mandar un mensaje de texto que ni creo que le llegara. A la otra, por pura y genuina cobardía (y desidia) no he ido a visitarla y nomás le hago comentarios a veces.

Tengo unos tres días sollozando por mi próximo regreso a Mexicali. Sollozo primero por Emiliano, por Brenda que se quedan; y aluego porque no quiero ir a los 50 grados de mi hornillo natal. Además, me siento tan relajada, a excepción de los días en que Brenda me obliga a trabajar en mi docto. recepcional, que pagaría los pocos pesos que tengo en el mundo con tal de que no me hicieran regresar a trabajar. No odio mi trabajo, nomás no sé manejar el es3... pero ni poquito, de veras.

El Dr. Chunga (¿o era Choi?) me dijo que hiciera yoga y meditara... pueque intente hacerle caso, pueque.

Tengo días que no leo/veo noticias de México porque en cuanto empezó la trifulca empecé a comerme las uñas otra vez. Yo ya no tengo esperanzas de un final feliz pero mis uñas sí. Chale.