Está del carajo aprender otra lengua a los 25 años. Para estas fechas, mis mejoras en el uso de preposiciones inglesas se fueron pal diablo; y el poco francés que aprendí está más que revolcado con el poco alemán que estoy aprendiendo. Bien me dice don Chuy: "se te va a enroscar la lengua, como a los pericos".
E: Parlez vous Francais?
K: un petit peu
E: Combien de langues parlez vous?
K: mmm... Anglais, un peu Französisch und Spagnolo...
E: eso es italiano y francés lo dijiste en alemán...
K: ¡me lleva!
La mamá declaró estado de encabronamiento hace dos días, quesque porque no seguí estudiando francés. La verdad me dio harta flojera.
De la nada me nació esta obsesión por el alemán. Cuando algo me obsesiona es cuestión de aprovechar. No porque sea extraño, (soy obsesiva nomás pa pasar el tiempo) sino porque dura poco. Me puse a estudiar francés porque era lo que más o menos sabía, gracias a la Chavela.
Lo mío siempre fueron los italianos, pero con el italiano nunca fui más allá de "dove posso trovare un tassi?" o "a che ora parte il treno?" "bisogno d´eglia carta igienica" "ho fame" "borrei una camera a due letti". Y nomás aprendí (sin la correspondiente ortografía) para solaz y espacimiento de la misma Chavela, y público que escuchara.
Del portugués me se un par de rolitas llegadoras de la Bethania, Madredeus y creo que nomás.
Hasta en japonés canté alguna vez, fruto de una pasión malsana por una caricatura, hace muuuuchos años. Es hora que no se qué jodidos decía.
Las rolas de los birols me las aprendí también sin hablar inglés, de morrita. Vete yaaaaaaaa, si no hay amoooorrrr, ay ay ay, chiquita (la estoy oyendo y qué).
Ya no me acuerdo si quería llegar a algún lado con este recuento de mis paseos por lenguas extranjeras en completa ignorancia de lo que decía. Son las fuckin 3 de la Frühmorgen, no es momento para llegar a keinem place.
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