13 junio 2004

Hoy platiqué con mi gallo.

Eh...no...

Esta noche asistí a uno desos eventos que el pueblo aclama como quinceañeras. Pero no eran como los míos, sino... adolescentes clasemedieros...
QUÉ BUENO QUE PASÓ, QUE ESTÁ LEJOS, QUE NO VOLVERÁ, LA PUBERTAD-ADOLESCENCIA.

Los morritos son horrendos, yo hasta la fecha no he tenido más de tres alumnos que me parezcan más o menos decentes. A esa edad... ni a patadas se arreglan. Me acuerdo de Abel, pero él ya tenía 17, andaba queriendo merecer ya, igual era adolescente. Luego Carlitos, pero ese todavía parecía niño y por eso no daba susto. Luego... estaba... quén... quén...Alberto, pero ese es caso raro porque se le quitó la cara de niño durante las vacaciones, y regresó con cara de grande-guapón. Ah pero ellos, toítitos, son divinos, galanes de tele y cine, los chingones, los power, en pleno desarrollo de copialcarbón de sus papás, tíos y demás pendejos role models, cosa que me da una hueva...

Las morras... pues... sí he visto varias bonitas, casi todas son soportables en alto o mediano grado. Pero son inseguras y cohibidas, o inseguras y no les para la boca para ocultarlo, o inseguras y se les ofrecen sexualmente a los morros enfrente de mi para que me asuste y no ser las más asustadas(lástima que no les sale, tengo que ensayar mi cara de "eso es pecado,'shasha coshina"). Ora mientan la madre, ora piden consejo. Ora están silenciadas, ora alborotan el gallinero. Ora pro nobis.Las citadinas son más inseguras que las casivallecinas. Los morros son menos agresivos. Qué raro.

A esa edad...no se, creo que siempre estuve vieja...además mis compañeros...eran más bajitos que yo y se estiraban acomplejados(jejeje);pos... eran menos violentos y si hubo ofrecimientos sexuales, nos pasaron de noche. De l´otro nomás me acuerdo que tenía kilos de posters de grupos musicales y usaba un copete bastante desagradable...escribía pendejadas melcochosas, a la única fiesta de quinciaños que fui... creo... la de la Normita...ya ni se...tal vez los compas recuerden mejor que yo pero se me hace que...sí, siempre estuve vieja para esos trotes. O cuerda. O tuve padres nobles.

12 junio 2004

Eres mi juguete favorito. Tú lo sabes, yo lo se, ella lo sabe, nosotros lo sabemos. Das pena, pero diviertes.

08 junio 2004

no me preocupa haberle dicho a la Regen que el tipo no tiene ni color en el cuerpo, ni personalidad... me preocupa que está tan dañada que mis observaciones se las vaya a pasar por el arco del triunfo en cuanto a su utilidad (que se aleje a paso veloz del pendejo que persigue) y que vaya a decirle al tipo en un arranque de "porquénomequieressiyosí"...

los riesgos de vivir entrel alcohol y la lujuria mal correspondida.
A ver, no... no se. Me acordé hace unos días cuando estaba yo sentada en la arena de la playa, viendo el mar, un hombre guapooo venía remando en una barca que venía aproximándose hacia míiiiiiiiiiiiiii. Ay ya pues.
Estaba sentada en una de esas casas del horror también conocidas como...CHAN-CHAN-CHAN-CHÁAAAN: ESTÉTICAS. No tiembles, mi pequeño, todo está bien. Total que andaba ahí por aquello del disfraz para mi grad. fui a que me enjaretaran unas uñas postizas para ver a quién desfiguraba.
Dionde cres que llega una rubia teñida a que le retoquen el manicure y pregunta cuánto tardarán en hacer un rellenado...de... las... uñas de los pies. ¡SÍ! ¡UÑAS DE LOS PIES POSTIZAS! Sentí desfallecer, pero me contuve porque la niña (una escuincla de 16 años) que me remolía los dedos seguramente no podría contener mi humanidad y siempre he tenido mucha precaución de no partirme el cráneo. Mempezó la temblorina y le pregunté a la niña que si qué se le afiguraba a esta gente y si era muy común. Pues sí, es común y no sabe por qué, nomás, supone.
Ya estaba horrorizada cuando llega otra sujeta con dos niños. Se le había quebrado su uña y tenía una quinceañera ese día, era urgente remendarla. Tardó... poco. La idea es que ya ni me acuerdo cómo, por qué ni a qué hora, uno de los niños empezó a contar que su mami se ponía a llorar y gritaba y aventaba cosas cuando su papi llegaba tarde. A la doña se le saltaban los ojitos y seguro tenía planes de asfixiar con una bolsa al niño al llegar a su carro, pero quedose callada y sonriente...con esa cara de "estos niños fantasiosos".
A mí las mujeres me dan cosa, cada vez más. Unas porque andan persiguiendo las historias tristes, otras porque les gusta callarse sus neurosis, otras porque no encuentran por dónde empezar y prefieren refugiarse en cosas seguras, como los vicios y el desmadre. Yo, soy un caso clínico, no lo niego, pero soy yo, que otras se horroricen. Otro día te cuento de la Regen, en serio, es de the twilight zone!