Querido, mal atendido y siempre olvidado (no)diario:
A mis 25 años, 8 meses y 20 días, conocí la Cachanilla. El sábado pasé 5 horas en el Valle de Mexicali, muriendo de calor, sed, hambre y aburrimiento, sólo para conocer esta planta. Fiate que, no se si te había contado, pero a mí me gusta muncho el olor del romero, ¡aaahhh, pero cómo me gusta el olor del romero! Y anda vete, que llegamos a donde los pobladores construyeron su paso peatonal sobre*entre el Río Colorado, y ahí estaba una matita de cachanilla. UUuuuuyyyy, tan reteverde. Huele harto como el romero, eso me enterneció en tal forma que pensé que la langosta roja se acercaba (por cierto sí se acercaba). Me dijeron que había otras plantillas típicas de la región... creo que eran pino salado y sauco o saucillo o sauzal o salsalito... saaaabe. Oh, y menteré que las cucapás tienen una planta abortiva, que nadie supo decirme si había ahí. No insistí por miedo a provocar una manifestación pro-vida al vivo rayo del sol.
Tierra, calor, sol encabronado. No vuelvo a ir en mis 5 a un viaje destos; pero estuvo chido conocer la chacalilla.
Por acá está la matita, no hay datos... pero son las fotos más claras que encontré. Ah y buscando fotos menteré que se llama Pluchea sericea. Qué loco.
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