08 junio 2004

A ver, no... no se. Me acordé hace unos días cuando estaba yo sentada en la arena de la playa, viendo el mar, un hombre guapooo venía remando en una barca que venía aproximándose hacia míiiiiiiiiiiiiii. Ay ya pues.
Estaba sentada en una de esas casas del horror también conocidas como...CHAN-CHAN-CHAN-CHÁAAAN: ESTÉTICAS. No tiembles, mi pequeño, todo está bien. Total que andaba ahí por aquello del disfraz para mi grad. fui a que me enjaretaran unas uñas postizas para ver a quién desfiguraba.
Dionde cres que llega una rubia teñida a que le retoquen el manicure y pregunta cuánto tardarán en hacer un rellenado...de... las... uñas de los pies. ¡SÍ! ¡UÑAS DE LOS PIES POSTIZAS! Sentí desfallecer, pero me contuve porque la niña (una escuincla de 16 años) que me remolía los dedos seguramente no podría contener mi humanidad y siempre he tenido mucha precaución de no partirme el cráneo. Mempezó la temblorina y le pregunté a la niña que si qué se le afiguraba a esta gente y si era muy común. Pues sí, es común y no sabe por qué, nomás, supone.
Ya estaba horrorizada cuando llega otra sujeta con dos niños. Se le había quebrado su uña y tenía una quinceañera ese día, era urgente remendarla. Tardó... poco. La idea es que ya ni me acuerdo cómo, por qué ni a qué hora, uno de los niños empezó a contar que su mami se ponía a llorar y gritaba y aventaba cosas cuando su papi llegaba tarde. A la doña se le saltaban los ojitos y seguro tenía planes de asfixiar con una bolsa al niño al llegar a su carro, pero quedose callada y sonriente...con esa cara de "estos niños fantasiosos".
A mí las mujeres me dan cosa, cada vez más. Unas porque andan persiguiendo las historias tristes, otras porque les gusta callarse sus neurosis, otras porque no encuentran por dónde empezar y prefieren refugiarse en cosas seguras, como los vicios y el desmadre. Yo, soy un caso clínico, no lo niego, pero soy yo, que otras se horroricen. Otro día te cuento de la Regen, en serio, es de the twilight zone!

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