17 noviembre 2003

Jano se adueña de mi brazo derecho, lo quito y vuelve a trepar el hocico. Siento escalofrío... tal vez ganas de orinar... tal vez la pregunta ¿por qué carajos me dio por mencionar al tío Bacho justo hace unos días? Esta no la vi de frente, no se me apareció en un rincón del cuarto sino aquí... en estos espacios y ni la noté.

Si algo bueno, además de mis amigos, saqué de Tijuana, fue conocer a la familia de mi mamá. Aprendí a desechar aquello de "bueno y malo"; a comprender. Cada personaje tenía sus tiempos, su propia órbita.

El tío Bacho orbitaba los domingos en la casa de Playas. Recuerdo: desde mi habitación escucho la risa, se me contagia siempre. El tío echando una charra. Abrir el refrigerador y constatar que ahí estaban los botes de tkt. El tío fumando en la cochera.
Recuerdo: hace unos años su festejo de 25 aniversario nupciatorio. Paella, me dolió la panza pero estaba buena. Cómo amó a sus hijas, a sus nietos. Cómo nos abrazaba y nos besaba a nosotros, a mi mamá especialmente.

Estaba en el Kaffa y sonó el teléfono. NO mames, oh shoot, oh shit, oh god, oh fuck. Not again. PINCHE PUTO TELÉFONO DE MIERDA. Quise prenderle fuego... hace casi dos años fue a él que me llamaron para anunciarme del hermano del tío Bacho. Qué culpa tiene. Quise llorar, quise patear a la güera de enseguida. Me aguanté los dos impulsos. Fui al baño y me vi en el espejo: this is the "everything sucks" face.

Se supone que en el futuro sus hijos deben pelearse por ver quién se hará cargo de ellos. Esto está twisted, está mal, está jodido. Tendrían que ser ancianos y rodar de casa en casa porque se pelean con un hijo y con la otra. Esto no está bien. Ya había notado que estaban viejos, que pronto las cosas serían muy distintas pero no se trataba de desaparecer. This wasn´t supposed to happen.

No hay comentarios.: